La Fruta Del Cercado Ajeno

Reinaldo Solares sabe que su amigo íntimo Antonio Menéndez había estado cortejando a una mujer, Romelia, casada con el detestable Orosimbo Sojo.

Reinaldo se entera de que los Sojo están de vacaciones en la playa y sin decirle al amigo, se marcha al balneario en busca de una aventura con Romelia.

Cuando Reinaldo comienza a pretender a Romelia todo parece marchar muy bien. A pesar de la inicial timidez y las ansias prolongadas, Reinaldo logra ser lo suficientemente provocativo con sus palabras y audaz con sus actos.

Aunque al inicio Romelia desconocía los anhelos de Reinaldo y sus intenciones hacia ella, la joven le abre un espacio en su vida.

Poco a poco, Romelia va mostrando más interés a las indirectas expresiones de conquista que Reinaldo lleva a cabo, pero lo profundo de sus corazones ambos jóvenes están llenos de indecisión. En todo caso, en medio de un ambiente distraído y temeroso, el inadvertido romance comienza a desarrollarse.

La posibilidad de una aventura amorosa era prometedora, favorecida por los comentarios de una "moderna" amiga de Romelia y por la inaguantable antipatía de Orosimbo.

Al final, a pesar de la poca resistencia de Romelia ante las insinuaciones de Romelio y muy a pesar de los esfuerzos discretos, pero apasionados de Reinaldo, la incertidumbre dominará las circunstancias de este amor ajeno convertido en capricho.

Los personajes, con una inocencia casi infantil, titubean en ceder a sus correspondidos encantos. La inseguridad de ambos será la que origine la ambigua conclusión de este interesante contexto romántico.

La fruta del cercado ajeno fue basada en una historia original de Rómulo Gallegos publicada en el año 1919 en la revista Actualidades. La adaptación de su guion fue realizada por la reconocida escritora Laura Antillano y cuenta con la participación actoral de Aroldo Betancourt.