Durante décadas las telenovelas estuvieron prestas a narrar historias de amor surgidas de ideales, muchas veces, parecidos a los cuentos de hadas. Y aunque hoy día se pueden contar muchas producciones rosa, es indiscutible que el rol de la mujer en los relatos electrónicos ha cambiado tanto, como se ha transformado su participación en nuestras sociedades.
Actualmente, la ficción da cuenta de lo femenino, pero no sólo narra las vicisitudes amorosas de una romántica damisela. La telenovela pretende hablar de la feminidad desde un ámbito más profundo. Honremos pues a esas mujeres que luchan en la ficción y en la vida real. Hablemos de tres mujeres, tres personajes que buscan su realización personal mientras se debate cada una entre dos amores. Traigamos a cuento los personajes protagónicos de Viva la Pepa.
¡Viva la Pepa!
Tres edades, tres Pepas: Josefina Lunar (Pepita), Josefa Lunar (Pepa) y María José Maneiro (Mari Pepi). Tres maravillosas Pepas, que en sus viajes para descubrirse a sí mismas, se apoyarán y aportarán a las otras la fuerza necesaria para levantarse en los malos momentos.
Pepita, la más joven, tiene muchos deseos de estudiar una carrera universitaria y aunque sus condiciones económicas no se lo permiten se empeña en hacerlo. En medio de una tormenta y con la oposición de algunos familiares, Pepita, acompañada de su mejor amiga, va a inscribirse en la universidad, aspirando una vida mejor y posible. En medio de esa lluvia torrencial, Pepita conoce a quienes se convertirán en los dos hombres de su vida: Luis Raúl Graziani y Luis Ángel Perdomo.
Luis Raúl es el típico ‘niño problema’, que por traumáticas experiencias nunca ha podido estar con una mujer. Al conocer a Pepita, siente un deseo descomunal que nunca había sentido y decide abordar torpemente a Pepita, quien temiendo ser violada, huye y es rescatada por su héroe, Luis Ángel.
El salvador es un joven policía, brillante en su profesión, apasionado y ambicioso. Su defecto: ser demasiado serio y desconfiado. Se enamora de Pepita, pero la presencia permanente de Luis Raúl en la vida de ella lo llena de celos. Por eso, cuando la muchacha queda embarazada, duda de su paternidad. Así que la joven, decepcionada, decide construir su camino y el de su hijo sola.
Sin embargo, para ella siempre estará disponible su madre, Pepa Lunar, asistente de peluquería; una mujer con temple de acero, alma de niña y compañera fiel de su pareja. Vive en concubinato con Perucho Galán, padrastro de Pepita, un hombre cuarentón, chofer de taxi y sindicalista.
Pepa queda embarazada por cuarta vez, sin planificarlo y Perucho la deja por otra mujer. En medio del abandono sufre otro revés, Pepa se ve obligada a realizarse una histerectomía que la hará sentirse una mujer incompleta y desesperanzada. Sin embargo, encontrará la fuerza para reconstruir su vida y sin esperarlo se reencuentra con el verdadero padre de Pepita, su primer gran amor y su primera gran desilusión. Pepa enfoca toda su energía en recomponerse y en ayudar a las otras dos Pepas.
La última de esta trilogía es Mari Pepi, madrina de Pepita, una prestigiosa médico gineco-obstetra dedicada a su profesión, a la cual se ha dedicado en cuerpo y alma. En su vida sentimental no hay cabida para el matrimonio. De hecho, se convierte en amante y confidente silenciosa de su psiquiatra y mentor: Ismael Bencecry.
Su manera de ver la vida cambiará cuando conozca a Jota-Jota Moncada, un joven médico residente. Este proceso de desencanto de su amante y hallazgo del amor, provocará que Mari Pepi encuentre sus verdaderos potenciales como ser humano, como profesional y como mujer. Renovada alcanzará en su entorno profesional, el lugar y el respeto que se merece.
Esta es la historia de tres luchadoras femeninas que afrontan con valor y decisión los problemas propios de su género, enamoradas, pero también constructoras de su destino. Una historia femenina, de las muchas que puedes encontrar en nuestro catálogo y adquirir para poner a disposición de tu audiencia.
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